Joven con perla es uno de los cuadros más célebres de Johannes Vermeer. Este icónico retrato, apodado La Mona Lisa del norte, comparte con la obra maestra de Da Vinci esa expresión ambigua que, por otra parte, también tiene en común con el resto de la obra del maestro de Delft. A diferencia de mujeres de otros cuadros de Vermeer como Mujer con collar de perlas, la joven de esta pintura luce sus perlas con una casta sensualidad que suponen el cénit de esa combinación entre vicio y virtud tan recurrente en el barroco holandés.
Montoya realizó dos reproducciones de Joven con perla, enfrascado en la delicadeza de su piel, su deliciosa mirada y el exquisito brillo de los labios de la joven. Para sus trabajos utilizó un fondo más oscuro que el del original, para incrementar el realce de la figura que parece surgir de la más absoluta oscuridad.